La casa principal está distribuida en tres alturas y ocupa unos 300m2 construidos sobre una parcela de 700m2 también diseñada en diferentes niveles.

Accedemos a la vivienda por la planta intermedia, desde la que podemos subir a la zona de descanso donde se encuentran dos los cuatro dormitorios, siendo el principal de gran tamaño y con zona de vestidor, y un baño completo con ducha; o bajar a la zona de salón y cocina de concepto abierto. En esta planta intermedia están las otras dos habitaciones y otro baño.

Además de la particular distribución en diferentes niveles y el diseño circular, destaca por su gran luminosidad gracias a grandes ventanales para no perder ninguna de las excepcionales vistas. Todos los cerramientos son de aluminio de gama alta con doble acristalamiento.

Otra curiosidad es cómo se han diseñado a medida las zonas y elementos de almacenamiento para que no queden a la vista. Lo denominan el túnel y al final de éste, se encuentra la zona de lavandería con acceso directo a la terraza.

En el exterior también nos encontramos con diferentes niveles: el más alto ofrece unas bonitas vistas vitas al Castillo y dispone de acceso con puerta automática muy práctica para entrar y aparcar el coche.

Descendiendo un nivel, encontramos el acceso a la casa y una pequeña zona de estar. Seguimos bajando y descubrimos una caseta de madera muy útil como zona de almacenamiento o pequeño taller. En un nivel diferente encontramos el chill-out y subiendo tres escalones, está la terraza principal con una agradable zona de estar, otra zona independiente con barbacoa antigua de leña, y lo mejor, las maravillosas vistas del pirineo catalán y del Port del Compte.

En la parte más baja de la parcela, está la zona de jardín con riego automático, la piscina y un apartamento tipo loft de 50 m2 con dormitorio, salón, concina, y baño, con acceso independiente y licencia turística.

Además, la propiedad cuenta con garaje cubierto con capacidad para dos coches y zona de trastero.

Una propiedad ideal para disfrutar de la nueva normalidad en la que vivir y trabajar en un entorno relajado y sin ruidos, sin prescindir de la accesibilidad a los servicios básicos, es posible.