La fachada principal de la casa está ubicada dentro del casco urbano, y detrás conserva la fantástica finca de 4.500m2, aterrazada, con piscina y rodeada con muros de piedra vista, que le confiere una gran independencia.

La totalidad del terreno es urbanizable, pero su actual propietario, ha preferido conservar la finca con ese espíritu de cortijo manteniendo los almendros, olivos, y los frutales (naranjos, limoneros, palmeras datileras, caquis, y uvas entre otros).

El conjunto cuenta con dos construcciones: la principal de 450m2 en la parte baja de la finca con acceso desde el pueblo, y la anexa de unos 116m2 en la parte alta de la finca con un cómodo acceso directo desde la carretera.

La vivienda principal destaca por sus anchos muros de piedra que la aíslan del calor y el patio interior que es el alma de la casa, éste recibe una preciosa luz cenital a través de una cúpula en forma de pirámide de cristal.

Cuenta con dos chimeneas, una en el salón inferior, otra en el superior y una estufa de hierro (salamandra) en el patio interior.

Consta de 8 dormitorios, a cual más agradable, todos exteriores con balcones o grandes ventanas que conservan las rejas antiguas; y 5 cuartos de baño completos.

La disposición de la casa nos ofrece diferentes zonas para disfrutar de una paz y una tranquilidad excepcionales, gracias a las diferentes terrazas, que la rodean.

Además, dispone de bodega del s. XVII totalmente restaurada, zona de lavado, trastero, wifi, instalación de altavoces en el interior, para disfrutar de la mejor música, y dos paneles solares para calentar el agua.

La vivienda anexa está completamente nueva y es ideal como casa independiente de invitados, guardeses o estudio. También dispone de una amplia terraza superior con magníficas vistas a la sierra.

Una propiedad extraordinaria y con múltiples posibilidades que está preparada para recibir a su nuevo propietario.