El conjunto se compone de tres elementos clave: el palacio, la capilla y los jardines.

El Palacio: una imponente construcción renacentista erigida a finales del siglo XVII, presenta una fachada sobria con dos majestuosas torres gemelas flanqueando un espectacular escudo de armas central.

Meticulosamente restaurado en los años 80, conserva su esencia castellana y su estructura original, destacando por los materiales nobles empleados: piedra, madera y baldosas de barro cocido, así como sus puertas antiguas.

Con más de 1.000 m2, el Palacio ofrece una distribución versátil que permite diversas configuraciones según el uso deseado. Distribuido en dos plantas principales y los torreones, cuenta con espacios que pueden transformarse en salones, comedores, salas de estar, habitaciones, cocinas...

Entre sus características más destacadas se encuentran las chimeneas y el horno, la altura de los techos, la majestuosa escalera y las vistas a los jardines desde múltiples estancias.

En resumen, un lienzo en blanco que preserva un legado extraordinario, listo para escribir su próximo capítulo en la historia.

La capilla: de estilo barroco, sus 400 m2 constituyen una verdadera joya dentro del conjunto histórico.

Sometida a una cuidadosa rehabilitación en la década de los 90 y mantenida en un estado de conservación impecable, esta amplia nave abovedada cuenta con una sacristía y conserva elementos arquitectónicos de incalculable valor.

Su esplendor y encanto la convierten en el escenario ideal para la celebración de eventos en un entorno verdaderamente único.

Finalmente, cabe resaltar los impresionantes jardines de aproximadamente 10.000 m2 que complementan este idílico conjunto. Cruzados por un sereno arroyo estacional, estos jardines ofrecen una gran piscina y una extensa área verde plana, con árboles que brindan el entorno ideal para momentos de recreación y apacibles paseos durante la primavera. Además, cuenta con otra zona de jardín cercada por un majestuoso muro de piedra, ideal para disfrutar de un espacio más íntimo y privado.

Localizada en un villa cuyo conjunto histórico ha sido declarado bien de interés cultural, esta propiedad destaca por su estratégica ubicación. A tan solo 25 km de Burgos, y a menos de 2 horas de Santander y Bilbao, así como a 3 horas de Madrid, ofrece un acceso privilegiado desde múltiples destinos.

Esta posición estratégica, unido a su enorme potencial de usos que puede tener: residencial, turístico, eventos, cultural, educativo... realza aún más la singularidad y el valor de esta joya arquitectónica.