Restaurada hace aproximadamente una década, la casa conserva detalles y características tradicionales como los muros de piedra, la capilla, las arcadas y su antiguo molino de aceite.

La propiedad principal tiene aproximadamente 1.400 m2 y ofrece todo tipo de comodidades y prestaciones: spa, sala de masajes, piscina desbordante con chill out, patio andaluz, barbacoa, zona de actividades deportivas (hípica y tiro con arco) e incluso una coqueta ermita privada. También cuenta con diez habitaciones de diferentes clases, cada una con su propio baño, varios salones, una cocina con office, una acogedora biblioteca y casa de guardeses independiente

El actual propietario dispone de todas las licencias tanto de hostelería, como de turismo y actividades hípicas (caballerizas, picadero y 11 padocks). Actualmente esta masía singular funciona como alojamiento de turismo rural y su adquisición supone una considerable oportunidad de negocio, ya que está perfectamente acondicionada para su uso hotelero, aunque, por sus características, podría ser también una casa de veraneo familiar.

La finca consta de 27 hectáreas de olivos y bosques, con múltiples rutas para practicar senderismo y visitar la presa, que forma parte de la propiedad, situada a 10 minutos de la masía, un lugar perfecto para un picnic.

Los aficionados a la fotografía podrán dedicarse a su pasión en cuerpo y alma ante tanta belleza natural. Una zona de hamacas, situada en lo alto de un mirador, es el lugar ideal para descansar y tomarse una copa con unas impresionantes vistas sobre el bosque y el monte.