El acceso a la propiedad lo conforma un espléndido camino entre castaños y robles centenarios que ya consigue trasladarte a un lugar mágico nada más llegar.

La finca está formada por la casona principal, era un antiguo convento, con una fachada imponente de piedra, que es perfecta para renovarla al conservar su encanto original.

Dispone de otra construcción adicional como casa de invitados, y otra construcción más moderna con una espectacular galería acristalada en su fachada principal, perfecta para disfrutar de las vistas al campo.

Consta también de una nave ganadera.

Su localización es uno de sus puntos fuertes, en un entorno natural idílico, apenas a 30 kms de Santander, a menos de 15 minutos de Santillana del Mar.

Cerca de acantilados espectaculares y playas como las de Luaña y Comillas.

Con proximidad a parques naturales espléndidos.

En definitiva una propiedad perfecta para transformarla en una vivienda singular en un bello paraje o para su explotación turística debido a los atractivos de la zona.