Merece la pena destacar el extraordinario trabajo de conservación para mantener el encanto y la tradición de la zona, a la misma vez que se le ha equipado con todas las comodidades de nuestra época.

La masía consta aproximadamente de 500 m2 y se distribuye en tres plantas.

En la planta baja se encuentra la cocina profesional con comedor, un espectacular salón con chimenea y salida a una amplia terraza cubierta con vistas impresionantes a las montañas – una delicia en todas las épocas del año-, un rincón donde se conserva el antiguo horno de pan, una suite con baño completo, una habitación doble y un aseo.

En la primera planta hay otras tres habitaciones dobles muy amplias con baño incorporado, una de ellas también con terraza.

En la planta semi-sótano se encuentra la maquinaria y una zona que se podría rehabilitar y acondicionar para dar servicio a la masía.

La finca cuenta también con dos apartamentos totalmente rehabilitados que se distribuyen en: cocina de concepto abierto, salón comedor, una habitación doble con baño. Ambos con jardín y/o terraza privados.

Entre los anexos para rehabilitar encontramos dos espacios cubiertos, uno de aproximadamente 250 m2, que actualmente se usa como almacén y parking. Consta de planta baja y planta semi-sótano. Y otro de unos 180 adicionales.

La calefacción es de gasoil, la electricidad y el agua son de compañía y además cuenta con pozo y fosa séptica.

El acceso a la finca es bueno y se encuentra muy bien comunicada tanto en coche (por la N-260) como en tren o autobús.

Si buscas una auténtica masía totalmente equipada y en pleno rendimiento, la has encontrado.