La ubicación del hotel no solo es estratégica por su proximidad a la cara norte de Sierra Nevada y el Puerto de la Ragua en la que se puede practicar esquí de fondo en invierno, sino también por su fácil acceso desde Granada y Almería, ambas con aeropuertos a menos de una hora de distancia y en las que poder disfrutar del ambiente, cultura, gastronomía y playas.

La rehabilitación del hotel bajo el modelo Passivhaus garantiza el máximo confort y con un consumo energético prácticamente nulo, redefiniendo los estándares de sostenibilidad en la región.

Con 15 espléndidas habitaciones, cada una diseñada de manera única y algunas con jardín privado, el hotel fusiona un estilo moderno con un toque rústico que armoniza perfectamente con su entorno natural. Para una conexión más íntima con la naturaleza, los propietarios han creado amplios jardines con olivos y árboles frutales, así como una piscina exterior para disfrutar durante los meses más cálidos.

El restaurante, reflejo de las raíces andaluzas y belgas de los propietarios, completa la experiencia. Con una amplia terraza, es el lugar perfecto para relajarse o celebrar eventos especiales.

Sumérgete en la sofisticada serenidad de esta propiedad única que ofrece experiencias inolvidables en un entorno privilegiado, fusionando la elegancia contemporánea con la autenticidad de la naturaleza.