Este impresionante palacio asturiano del siglo XVIII ha sido declarado patrimonio histórico-civil por su excelente arquitectura, y ahora busca un nuevo propietario dispuesto a cuidarlo como se merece. Situado en un enclave privilegiado en la magnífica comarca del Cabo Peñas, ofrece unas espectaculares vistas de las extensas praderas, este palacio esconde auténticos tesoros como una capilla, un jardín oculto con árboles frondosos y varios elementos singulares como el gran corredor abierto al patio de la planta baja.

La casa está construida en forma de L, con una armoniosa geometría de plantas rectangulares. Distribuida en dos plantas, dispone de una cubierta a cuatro aguas y un torreón central. La entrada principal, situada en el lado sureste de la propiedad, está orientada hacia el paso del Camino de Santiago o Camino Real. La planta baja de la casa, donde se encontraba las antiguas caballerizas, se ha convertido ahora en una zona de almacenaje y garaje.

Una formidable escalera de piedra de 2,5 metros de ancho nos conduce a la primera planta, donde se encuentran todas las habitaciones y la impresionante galería antigua. La mayoría de las estancias se hallan en esta planta, desplegándose en una sucesión de vestíbulos, salones y diez dormitorios.

El palacio cuenta con 700 m2, pero si añadimos las construcciones y los edificios anexos, la superficie total construida asciende a 1.881 m2, también incluye una capilla con bóveda de medio cañón, un patio de unos 2.000 m2 y la antigua vivienda de los guardeses. En la actualidad, solo se utiliza un ala del palacio, ya que tanto el ala opuesta como las múltiples

construcciones anexas necesitan rehabilitación. Existe también la posibilidad de adquirir una finca rústica de más de 6 hectáreas situada al oeste de la propiedad. El palacio, los edificios anexos y la finca rústica adicional, también se ofertan como un conjunto único por un precio de venta de 1.100.000 €.

La propiedad se sitúa en Cabo Peñas, una zona espectacular rodeada de mar y cielo, ideal para pasar un día en las impresionantes playas de arena, visitar los asombrosos acantilados y disfrutar de la brisa marina, lo que te permitirá abrir boca antes de degustar la famosa comida de la región. También goza de excelentes comunicaciones, a solo 30 km del aeropuerto y a 15 km de las ciudades históricas de Gijón y Avilés a 15 km