Bruno Bernard también conocido como Bernard de Hollywood, fue un fotógrafo germano-estadounidense, mundialmente conocido por su fotografía de pin-ups y personajes del Hollywood más glamuroso, entre ellos Marilyn Monroe. Ella y otras muchas estrellas de cine desfilaron por su estudio de Los Ángeles. Su momento más famoso e icónico fue la fotografía que le disparó a Marylin en el túnel del metro.

Tras su regreso a Europa se estableció en Mallorca, y construyó esta hermosa y única villa de estilo Bauhaus californiano. Un ejemplo de arquitectura refinada y atemporal.

Nada más entrar nos damos cuenta de la característica principal de esta fabulosa casa y lo que la hace absolutamente única: el predominio de las impresionantes vistas al mar Mediterráneo desde prácticamente todas las estancias.

En cuanto a distribución, consta de dos zonas diferenciadas: la casa principal y un apartamento independiente.

La entrada se encuentra en el primer piso a pie de calle, donde nos recibe un gran espacio tipo loft con la cocina integrada y abierta al comedor y a un salón de más de 30m2 y techo de 3.6m de altura con un impresionante ventanal panorámico, que integra visualmente el mar en toda la estancia. En el mismo nivel hay varias terrazas y acceso al solárium en la gran azotea.

Desde el salón una escalera conduce a los tres dormitorios con aire acondicionado (frio/calor) y grandes ventanales con vistas al mar. En este piso también se encuentran los dos baños de mármol, uno de ellos en suite.

Las terrazas que recorren cada nivel permiten la salida desde todos los dormitorios para disfrutar de las maravillosas vistas que alcanzan hasta la isla de Menorca.

Una escalera exterior conduce al apartamento con su propia entrada independiente. La cocina, el comedor y el salón están en el mismo nivel, así como la gran terraza principal con una magnífica piscina y una zona de snack-bar exterior.

Desde la sala de estar una escalera conduce al tercer piso donde se encuentran los otros dos dormitorios también con aire acondicionado (frio/calor) y otros dos baños independientes.

Esta villa tan singular que evoca la esencia de la isla en los espléndidos años 60, es perfecta para disfrutar o como inversión ya que cuenta con licencia de uso turístico y está completamente preparada para recibir a sus nuevos propietarios.

Estamos seguros que ellos también serán extraordinarios.