Asturias, paraíso de montaña y costa

Uno de los destinos más deseados por aquellos que quieren huir del calor veraniego es sin duda el norte de nuestra geografía. En particular, el Principado de Asturias, un territorio que alberga lugares espectaculares, tanto en su interior como en sus 400 kilómetros de costa, y una irresistible oferta cultural y gastronómica. Si quieres pasar un verano fresquito y disfrutar del paisaje y riqueza culinaria de esta tierra, te recomendamos algunos de los enclaves y rincones que no deberías perderte.

Sotres. Asturias. PH: TurismoAsturias.es

Parque Nacional de los Picos de Europa. Es el más antiguo de los 16 parques nacionales de España. Entre las joyas que atesora, los Lagos y el Santuario de Covadonga, la ruta del Cares o el Pico Urriellu (Naranjo de Bulnes), que debe su nombre al color anaranjado que adopta al atardecer.

Parque Nacional de los Picos de Europa. Covadonga, Asturias. PH: TurismoAsturias.es

Llanes, Ribadesella, Lastres, Cudillero, Luarca y Villaviciosa son solo algunas de las localidades costeras que merece la pena visitar. En unos casos, por sus populares costumbres que han traspasado fronteras, como el famoso descenso del río Sella, un acontecimiento donde se combinan deporte y fiesta y que cada verano atrae a Ribadesella a miles de personas. O Villaviciosa, la capital de la comarca de la sidra, y su Festival de la Manzana. El colorido de las fachadas de Cudillero y su ruta de miradores; el casco histórico de Llanes, de aspecto medieval, con su muralla y torreón; las casas escalonadas de Lastres, colgando de la ladera, y sus calles angostas y de fuerte pendiente, y el puerto y las casas blancas de Luarca, una de las más bonitas villas marineras de la zona, son otros enclaves que no te puedes perder.

Bufones de Pría, un auténtico espectáculo de la naturaleza, especialmente en los días de mucho oleaje. El viento y el agua atraviesan con fuerza los agujeros forjados en la roca de los acantilados a causa de la erosión del mar.

Bufones de Pría. Asturias. PH: TurismoAsturias.es

Oviedo y Gijón, las dos grandes ciudades de esta tierra, son también indispensables. En la primera, la Catedral de San Salvador y las iglesias prerrománicas de Santa María del Naranco, San Miguel de Lillo y San Julián de los Prados. En la segunda, el barrio pesquero de Cimadevilla y las playas de San Lorenzo y Poniente.

Cangas de Onís y Cangas de Narcea. Dos localidades del interior con historia y monumentos que merece la pena conocer. Como el famoso puente romano de Cangas de Onís, que debe su nombre a la leyenda que narra que el rey Onís se enamoró de una princesa llamada Cangas y construyó un castillo para ella en el valle. Los puentes que atraviesan el río Narcea, especialmente el colgante, no apto para aquellos que prefieran pisar tierra firme, y el ambiente de sus calles son dos de los atractivos de Cangas de Narcea. Una de las villas con mayor número de palacios y casas blasonadas de toda Asturias.

Cangas de Onís. Asturias PH: TurismoAsturias.es

En el ámbito gastronómico, imposible resistirse a sus fabadas, potes, cachopos, pescados, mariscos y quesos, algunos de fama internacional, como el cabrales. Y, por su puesto, a sus postres: el arroz con leche, los frixuelos, casadielles y carbayones, entre los más conocidos. Si además eres un apasionado de los museos, el de Fernando Alonso, el del Jurásico, el de la Minería y el Centro Cultural Niemeyer son puntos clave a visitar.

Centro Cultural Niemeyer. Avilés. PH: TurismoAsturias.es

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