‘My Singular Space’: un viaje onírico a las propiedades a través de la mirada de sus propietarios
“Nadie mejor que tú conoce las sensaciones que puede transmitir tu hogar”. Esta es la premisa que ha impulsado el lanzamiento de ‘My Singular Space’, una nueva serie de cortos que estrenamos en la web y nuestro canal de Youtube con el objetivo de ofrecer, por boca de los propietarios y a través de sus vivencias, las emociones que despiertan nuestras propiedades en venta. Bajo la dirección de la realizadora Celia de Coca, los diferentes episodios mostrarán, con un estilo muy cinematográfico y un tono emocional e intimista, aquellos detalles que hacen de cada casa un lugar extraordinario y singular. Los socios fundadores de The Singular Space y Celia de Coca nos desvelan en la siguiente entrevista los pormenores de esta nueva propuesta.
¿Cómo surgió la idea de hacer este tipo de contenidos audiovisuales?
Ana Vela (The Singular Space).- Llevábamos tiempo dándole vueltas a cómo debía ser nuestra propuesta audiovisual renovada y teníamos claro que eso pasaba por encontrar a un partner que compartiera nuestra visión, que le gustara contar historias y supiera mirar más allá de las estancias y los muros.
¿Qué se persigue con ello?
Ramón Amat (The Singular Space).- Nuestra pretensión era diferenciarnos y elevar la propuesta audiovisual de The Singular Space, pero viendo el resultado, creo que también lo vamos a conseguir en la categoría. Esta forma calmada y cinematográfica de poder sentir por un ratito lo mismo que sienten los propietarios de estas casas tan especiales… simplemente atrapa, es hipnótico.
¿Qué valor añadido pueden aportar estas piezas a los potenciales compradores?
A.V. (The Singular Space).- Verse y sentirse allí, en la casa de sus sueños. No hay nadie que pueda transmitir mejor esas sensaciones que las personas que las viven. Y para los propietarios es un bonito recuerdo más (todos quieren una copia de su episodio, jajajaja).
¿Qué tipo de profesional buscaban para llevar a cabo este proyecto?
R.A. (The Singular Space).- Para nosotros era fundamental contar con alguien que entendiera que esto va a ser una relación a largo plazo, un buen contador de historias, que supiera reinterpretar el briefing y que aportara valor al mismo.
¿Conocían el trabajo de Celia de Coca? ¿Por qué la eligieron?
A.V. (The Singular Space).- Ramón la conocía sobre todo por su trabajo fotográfico, ya habían hecho algún reportaje juntos en el pasado. Yo sólo había visto alguno de sus trabajos editoriales, pero bastaron un par de conversaciones y ver sus aportaciones a nuestro briefing para ver que nos íbamos a entender muy bien.
¿Qué sintieron al ver la primera pieza que les entregó? ¿Qué les pareció?
A.V. (The Singular Space).- Pues casi se nos caen las lágrimas, en serio. Para empresas como la nuestra poder llegar a este nivel de producción es un esfuerzo titánico en todos los sentidos, y ver que lo habíamos logrado ha sido emocionantísimo. Todas las personas que ya los han visto nos han felicitado y están esperando por el próximo episodio. Algunos feedbacks que nos han encantado: “no parece publicidad”; “que agradable, es cinematográfico”; “quería verlo hasta el final, qué paz”.
Invertir el orden establecido
¿Qué fue lo que le conquistó de este proyecto?
Celia de Coca.- Las casas suelen retratarse de forma muy descriptiva y literal, eliminando de la ecuación todo lo que la casa quiere decir e imponiendo una visión estandarizada de conocer la propiedad. Esta forma de grabar empobrece la experiencia limitándola a la visualización de un vídeo más. La mecanización de estructuras narrativas, como es el comenzar a mostrar los exteriores, desde todos los ángulos posibles, para, a continuación, pasar al interior, estructurado a su vez bajo los estándares de «zonas comunes», «de descanso», «de oficio», dejando que sea la música de librería la que marque el ritmo narrativo no es algo que me interesara.
Me cautivó la idea de invertir el orden establecido, de pensar la pieza audiovisual desde la atención a la vida que alberga una casa, a sus micro-momentos de transformación, y no desde una intención ya preconcebida. Permitir que un hogar sea el que se abre a la cámara, sin imposiciones externas, dejándole tiempo y espacio para revelar su potencial expresivo, sus emociones… que sea la casa la que nos seduzca para convertir un «vídeo» en una experiencia audiovisual es lo que ha marcado la diferencia a la hora de abordar esta serie.
Una casa no sólo es un conjunto de material constructivo e inerte, es un organismo que vive a través de sus moradores y que tiene la capacidad de transformarse según las emociones de los que la habitan. Con cada nuevo propietario, la casa comienza una vida y esa realidad es la que pretendemos transmitir.
Me cautivó la idea de invertir el orden establecido, de pensar la pieza audiovisual desde la atención a la vida que alberga una casa, a sus micro-momentos de transformación
Celia de Coca
¿Cómo describiría el tipo de contenidos audiovisuales que ha empezado a crear para TSS?
C.C.- Se trata de contenidos que bien podrían calificarse de cortometrajes documentales. Son piezas muy libres que buscan captar la vida del lugar, que atienden a la belleza de cada momento de luz, que pretenden expandir la imaginación, trascendiendo la mera descripción. Cada corto cuenta una historia sensorial que atiende a las pequeñas transformaciones de cada estancia, a experiencias ya vividas, pero abre la puerta a otras por vivir proyectando posibles futuros. Nos dejamos llevar por una mirada inocente y limpia, como cuando uno accede por primera vez a una verdad ancestral. Son invitaciones para soñar.
¿Qué busca destacar con este tipo de filmaciones?
C.C.- Son cortos documentales porque se apoyan en una realidad, pero encierran una narrativa poética, rozando lo onírico, que permite imaginarnos habitar estos espacios tan singulares. Pretendemos, a través de esta serie, mostrar otra manera de entender la palabra hogar en términos audiovisuales. Me interesa en extremo el concepto ancestral de ese concepto. El hogar trasciende a la necesidad de un techo bajo el que cobijarse. Es un conjunto de expectativas y potencialidades por desarrollar distinto en cada lugar, en cada casa… Una huella, una emoción suspendida en el aire, una vivencia que permanece impresa sobre los objetos inanimados, las proyecciones que sobre esos espacios hacemos, la belleza tal y como se presenta en sus circunstancias.
Captar los latidos de la casa
¿Por qué un formato cinematográfico? ¿Qué quiere transmitir al espectador/potencial comprador?
C.C.- Trabajar desde esta perspectiva nos permite crear un lenguaje propio, diseñar un tratamiento del espacio como no se ha experimentado hasta ahora en este ámbito. Las herramientas narrativas que nos da el cine se alejan de un mero producto comercial y nos acercan a una experiencia visual que encierra una verdad. A uno le puede gustar más o menos una propiedad, pero esta serie nos permite trascender un juicio inicial; abrirnos a cada propuesta creativa que es siempre distinta, por la personalidad de cada casa, dejándonos llevar durante unos minutos. Para ello, empleamos cámaras de cine y objetivos con mucha personalidad, iluminación… el sonido juega un rol importante. Al igual que en el cine, la experiencia no se vive sólo a través de la vista. Captar los latidos de la casa y su entorno forma parte de este cuadro, que pretende ser una píldora de aliento en nuestras ajetreadas vidas; un paréntesis de unos minutos para permitirnos soñar e imaginar cómo sería nuestra vida en esos espacios singulares. Es por eso que esta serie no es sólo para ser vista por potenciales compradores, sino que puede alcanzar a cualquier audiencia sensible a la belleza, cualquiera que tenga interés en sentir cómo los espacios pueden resignificarse.
¿Qué requisitos necesita tener la propiedad y sus propietarios para poder llevar a cabo este tipo de contenidos?
C.C.- Es a través de formas, colores, luz y estructuras habitacionales como se configura la emoción y la experiencia que ofrece un lugar y es por ello, que la casa tiene que tener personalidad, tiene que tener algo que contar. Los propietarios que conocen bien los detalles y secretos que configuran sus casas son los mejores cicerones para guiarnos en esta experiencia, pues son ellos quienes, mediante sus vivencias y su conocimiento, nos abrirán unas puertas simbólicas que nos inviten a penetrar en su mundo. Es así como podemos atisbar el potencial que tiene cada casa.
¿Cómo ha sido el rodaje de los primeros episodios? ¿Alguna anécdota?
C.C.- Los rodajes son maravillosos gracias a la hospitalidad de los propietarios que nos abren sus puertas de buen grado. Al poner en valor otros aspectos de sus casas, no sólo los que se ven a simple vista, comprenden que lo que estamos haciendo va más allá de un vídeo de inmobiliaria y nos dan tiempo y espacio para poder extraer todo el jugo a la propiedad. Llegamos sin expectativas y nos dejamos llevar por lo que vemos. En la última casa en la que rodamos, por ejemplo, contamos con un «actor» inesperado que incorporamos al rodaje sin pensárnoslo dos veces. Este Un precioso pastor alemán que, gracias al buen hacer de su amo, fue un aliado perfecto.
Los propietarios que conocen bien los detalles y secretos que configuran sus casas son los mejores cicerones para guiarnos en esta experiencia
Celia de Coca
¿Por qué se ha optado por el formato serie para la emisión de estos contenidos?
C.C.- Concebir una serie para las casas más singulares supone atreverse a crear un contenido que aporte valor y que trascienda usos y costumbres. Una serie nos permite desarrollar un concepto más amplio de lo que significa un espacio singular. Ofrecer una experiencia dilatada en el tiempo, como un manantial de inspiración al que recurrir con asiduidad y no sólo como flor de un día es una de las ventajas que nos brinda trabajar este formato.
Desde una casa solariega hasta una recóndita masía, cada capítulo explorará la vida que nos puede ofrecer cada una de ellas. Cada espacio, nos hablará de la belleza que encierra tras sus lindes y lo hará en su idioma particular que iremos desgranando, capítulo a capítulo.