“Podría vivir perfectamente en la celda de un convento” Teresa Sapey 

Es una de las grandes figuras de la arquitectura y el diseño. De origen italiano, Teresa Sapey lleva más de 30 años en España diseñando trabajos de todo tipo. El aparcamiento del Hotel Puerta de América, la plaza de Pedro Zerolo, la sala VIP de Arco o la tienda Delito y castigo, todos ellos en Madrid, son solo algunos ejemplos de su obra.

Firme defensora de una arquitectura sostenible y de kilómetro cero, considera que cada país debe desarrollar su artesanía propia en clave contemporánea. A lo largo de su carrera ha trabajado en todo tipo de proyectos, aunque todavía le quedan muchos sueños por cumplir, entre ellos diseñar una bodega, un restaurante, un tanatorio e incluso su propia línea de moda.

Teresa Sapey. Firme defensora de una arquitectura sostenible y de kilómetro cero.

Qué se considera más, ¿arquitecta o diseñadora?

Últimamente me considero más creadora. Soy una persona artística y puedo crear desde un traje a un objeto, desde una casa a una ciudad. El hecho de generar un diseño, un objeto o un vestido es exactamente lo mismo. Por ello, en nuestro mundo hay mucho diseñador que hace interior design, decor designers que hacen moda, modistas que diseñan objetos para casas... Una vez que te dedicas a la estética es todo el mismo mundo.

¿Cómo es el proceso creativo en su caso?

Cada mente creativa es diferente. En mi caso, al mismo tiempo que te estoy hablando estoy mirando esta tetera y dándole vueltas para ver cómo podría mejorarla, con otro acabado, color o dimensión. La mente de un creativo está en constante actividad. Como el corazón, en el momento en que se parase se produciría la muerte. Y la muerte creativa es igual a la muerte vital. Es una mente sufridora porque el hecho de ser sensible a la estética significa que vas a sufrir toda la vida, ya que mejorarías todo lo que tienes a tu alrededor.

Todo puede servir de inspiración, como dijo Leonardo Da Vinci: “Mira esta grieta y descubrirás otro mundo”.

Teresa Sapey

A lo largo de su carrera ha tocado todos los palos (residencial, hoteles, aparcamientos, espacios efímeros...), ¿con cuál se queda?

Me gustan todos los proyectos. Son todos buenos y siempre digo mejor el reto de mañana que el de ayer porque lo mejoraré más todavía. Hay uno que no he tocado todavía y es el espacio de una bodega. También me encantaría diseñar un tanatorio. Siempre hay retos nuevos, un restaurante en Madrid o una plaza. También me gustaría diseñar una línea de moda. En Italia los modistos están haciendo diseño y los diseñadores, moda. En España nadie lo ha hecho todavía.

Además de una reconocida profesional en su terreno, es una gran coleccionista de arte. ¿Le sirve de inspiración en su trabajo?

El arte es parte intrínseca de mi profesión. En mis inicios no sabía si quería ser artista o arquitecto. Me gusta mucho ir a ferias, exposiciones, visitar a los artistas... El artista hace lo mismo que nosotros con la única diferencia de que lo suyo no necesita ser funcional, puede ser inútil.

¿Qué otras materias o temas le inspiran?

Todo puede servir de inspiración: una grieta en una pared, como dijo Leonardo Da Vinci “mira esta grieta y descubrirás otro mundo”, tu misma habitación, un traje, una fantasía, una persona, una palabra, una obra de teatro, un libro, una noticia... Todo puede inspirar si le sabes dar lecturas diferentes. Hay que ser muy flexible. Un creador tiene que tener la mente líquida y moldeable para poder ‘chupar’ de todos lados.

¿Por qué son esenciales el color y la luz en sus proyectos? ¿Qué color no debe faltar en sus creaciones?

No tengo preferencia por ningún color, me gustan todos. Mi color corporativo es el naranja porque es muy energético y vitamínico. Es un tema de amor platónico... Yo siempre digo que todos los colores son fantásticos siempre y cuando encajen con el contexto donde se van a utilizar. La luz es materia prima de mi profesión. Es todo en un proyecto, puede destrozarlo o engrandecerlo. Nunca hay que abusar de ella, ni de la luz natural ni de la artificial. Y ninguna de las dos deben faltar. Hay que saber equilibrarlas, como en un teatro.

Un cambio constante

¿Cómo han cambiado los gustos de los clientes en arquitectura y decoración?

La diferencia entre la época que estamos viviendo y el pasado es que antes se cambiaba cada 30 o 40 años, después cada 6 meses o cada mes y últimamente yo diría se cambia cada día o incluso cada hora. Una de las grandes características de la nueva era digital es la parte camaleónica y mutante que lleva implícita. La pandemia ha cambiado todo y ahora la guerra en Ucrania también va a hacerlo. Estamos en un proceso de cambio constante.

¿Cómo se pueden reflejar o trasladar esos cambios a un espacio?

Suponen una revolución total del espacio. El espacio que yo diseñaba hace tres años, antes de la pandemia, ha quedado anticuado. Todo ha cambiado. Por ejemplo, una oficina antes estaba formada por despachos cerrados. Ahora los despachos se han convertido en espacios flexibles donde vas a reunirte, a intercambiar opiniones, porque el trabajo individual lo puedes hacer en tu casa. Esto es un cambio radical.

En una casa ocurre lo mismo, ahora todo el mundo quiere tener un espacio para trabajar y también una zona wellness, para practicar deporte y estar bien con uno mismo. La cocina se ha convertido en un punto de encuentro en la casa. Vuelven las despensas. Las entradas a las casas son ahora una especie de punto de descompresión entre la vida exterior infecta y la vida interior limpia. Son casas de mucho confort para disfrutar y estar cómodo, no tanto para presumir como ocurría antes.

“El covid ha supuesto un cambio radical en nuestras casas, ahora les damos cariño, y las queremos vivir de verdad”.

Teresa Sapey

 

¿Qué concepto de espacio existente actualmente considera que necesita un cambio?: aparcamientos, hoteles, residencias de mayores, museos, viviendas, guarderías...

Todos los espacios se están quedando de alguna forma trasnochados. La tienda tradicional ha muerto. Ahora son lifestyle experiences. La más reciente es la de Dior en París. Es mucho más que un especio de moda. Hay un restaurante, una biblioteca... tiene de todo. Son unos 13.000 m2 y además es Dior. Te sentirás una mujer Dior gracias al bolso o al traje que te compras, pero también al art design, a la experiencia que vives en este espacio.

Hoy en día, los centros comerciales ya no son simplemente lugares para ir a comprar. Son parques de atracciones donde la familia al completo puede pasar el fin de semana. Incluyen zona de juegos, wellness, spa, gimnasio, peluquería, restaurantes, supermercados, cines y, por supuesto, tiendas. Se han convertido, por así decirlo, en un centro de experiencias para el fin de semana.

¿Cómo es el hogar postpandemia?

Con el covid, las casas han evolucionado en sentido muy positivo. Han dejado de ser sitios donde ir a dormir para convertirse de nuevo en lugares en los que pasar el tiempo. Ahora se les pone mucho más cariño. Pensamos en aprender a cocinar para invitar a los amigos. Nos gusta presumir de nuestra casa, tener una buena vajilla, una buena mesa, un buen cuadro, un sofá cómodo...

El hogar ideal y los sueños por cumplir

¿Cómo es el hogar ideal para Teresa Sapey?

La casa ideal para mí es aquella donde me encuentre cómoda. Un lugar super minimalista sin apenas decoración. No necesito el ornamento en mi vida. Yo podría vivir perfectamente en la celda de un convento. Con un buen colchón, unas buenas sábanas y una toalla de algodón 100% de rizo americano sería feliz.

¿Cuál ha sido el proyecto más apasionante de su carrera hasta la fecha?

Uff, he tenido muchísimos. Y sigo teniéndolos. La verdad es que todos los proyectos son apasionantes. Aparcamientos, hoteles, apartamentos turísticos, pisos para coleccionistas, para cinéfilos, para solteros, para parejas homosexuales, para ricos, para pobres, tiendas de ropa, joyerías, bancos, restaurantes, tumbas, iglesias, barcos, aviones privados, casas de campo, fincas de caza, casas junto al mar... Tú no sabes lo divertida que es esta profesión. Acabamos de hacer una fantástica casa prefabricada de menos de 100.000 euros, toda reciclada y sostenible. También hemos diseñado candelabros, alfombras, muebles... No hemos parado y seguimos creando muchísimo.

“El lujo de verdad no es lo que brilla, o lo más caro. Lujo es vivir bien.”

Teresa Sapey

Sostenibilidad

Hablando de sostenibilidad, ¿cómo afecta este boom ecológico y de cuidado del planeta a su trabajo?

Ser sostenible es parte de mi profesión. Un buen arquitecto debe ser siempre sostenible. Siempre he puesto mucho empeño, por ejemplo, en el ahorro energético porque no solo es una cuestión económica también es confort. El lujo no es solo tener cosas caras. El lujo es estar bien en tu casa, en tu oficina, en tu barco o en tu finca. Y eso se consigue con unos buenos materiales, con un buen aislamiento térmico y acústico y también, si se puede, reciclando energía o colocando placas solares. Siempre con un respeto por el entorno y con arquitectura kilómetro cero, es decir, utilizando los materiales y técnicas propias de la zona. Lo bonito en mi profesión es saber respetar la identidad local, saber hacer un traje a medida de cada lugar. La sostenibilidad es esto.

¿Tiene algún sueño por cumplir en su trabajo?

Muchísimos. Estoy en mi madurez, tengo la suerte de estar a medio camino, de tener un bagaje y una experiencia, pero todavía me faltan muchos años de carrera. Lo que quiero es disfrutar de la profesión, crear más, seguir creciendo y seguir invirtiendo en mí y en mi trabajo. Porque si yo estoy al día y sé lo que pasa en el mundo, mi cliente tendrá una casa, una oficina, un avión, un barco o una finca mejor. También me gustaría ayudar a desarrollar la artesanía y el diseño de cada país. Es inútil que algunos países se empeñen en copiar a Europa cuando gozan de una artesanía propia magnífica. Lo importante es que desarrollen su artesanía en clave contemporánea. Esto es el diseño y esto es el futuro.

Inspira tu creatividad, recorre nuestras colecciones

Entra aquí