La casa es fruto de la ampliación de otra de principios del siglo XIV, de la que se conserva el torreón defensivo, así como algunos fragmentos de la estructura de muros. Los huecos de las fachadas conservan las características de la época, con rejas de forja en algún caso originales.

La vivienda se desarrolla en tres plantas más un ático abuhardillado, unidas por una escalera que hasta la primera planta es la que existía antes de la reforma, con balaustres, pasamanos y arranques renacentistas de granito, completándose en los tramos superiores con elementos de mármol blanco, pavimento que se alterna con la tarima antigua de castaño.

En la planta baja, la puerta principal de la casa da acceso al zaguán, que se comunica a través de un pasillo con la cochera. También en este nivel se sitúa el acceso al aljibe abovedado y al coqueto jardín.

Frente a la entrada se abre la sala de billar con antigua chimenea de mármol verde, que a su vez da paso a dos habitaciones con baño, y al patio con galería abovedada, desde el que arranca la torre defensiva con ventana de arco y baquetones, característica de las casas fortificadas de Cáceres.

Desde el zaguán subimos por la escalera original que conecta con la siguiente planta a través de un amplio rellano de mármol desde el que se accede al salón principal en dos alturas, en la superior encontramos la biblioteca, y abajo, con ventanales a las tres fachadas, la chimenea del S. XVII de mármol de Carrara. En esta planta también encontramos otro salón de estar con un amplio ventanal a la calle de Orellana y doble puerta cristalera que comunica con la terraza abalaustrada sobre el patio y que le sirve de prolongación. A través de un distribuidor con armarios empotrados, llegamos a otros dos dormitorios que comparten un cuarto de baño. Esta planta se completa con el área de servicio con office, cocina, cuarto de plancha, despensa y aseo.

En la segunda planta, se ubica el dormitorio principal con vestidor y amplio cuarto de baño, y acceso a la terraza a través de una gran cristalera. Esta terraza disfruta de unas vistas inmejorables sobre toda la ciudad histórica, la Montaña y la llanura cacereña con el majestuoso fondo de la sierra de Gredos.

Finalmente, en la buhardilla, un estudio con amplios ventanales abiertos a la terraza y sus magníficas vistas, y otro dormitorio con un baño.

Sobre la zona correspondiente a la torre y ocupando todo su perímetro, hay instalada una piscina.

La casa dispone de instalación de calefacción y de aire acondicionado por bomba de calor frío y caliente sectorizada.

Una propiedad histórica en un emplazamiento inigualable que abre sus puertas para recibir a sus próximos anfitriones.