Chimeneas, el calor de un buen fuego

Al calor de una chimenea se han contado las mejores historias, se han asado deliciosas castañas e incluso se han desatado pasiones. Su presencia en cualquier estancia ayuda a crear un ambiente acogedor, añadiendo un plus a su decoración y un cierto toque de romanticismo. El fuego, como el mar, tiene ese poder de atracción que nos sumerge en los pensamientos, trasladándonos a lugares recónditos de nuestra memoria.

La primera chimenea de la historia se encontró en Pompeya y data del siglo I. Era una construcción cuadrada formada por cinco tubos que convergían en uno con salida al exterior. Tal y como las conocemos ahora, las chimeneas surgieron en el siglo XII. Consistían en una simple campana colocada sobre el fuego para que el humo tirara hacia arriba. La gran revolución llegó en el siglo XIII con la aparición de la chimenea de planta circular que llevaba el tubo de salida de humos empotrado en el muro y una campana semicónica sostenida por varias patas.

En el siglo XIV se construyeron de forma rectangular, cubriendo el fondo con tejas o una placa fundida para proteger del fuego el muro de la casa. Durante el Renacimiento, las chimeneas se convirtieron en un elemento destacado en la decoración, situándose a menudo en el centro de las estancias. En los siglos XVII y XVIII, el mármol sustituye a la piedra en su construcción, sobre todo en Francia y España; y surge la moda de colocar espejos y otros elementos decorativos sobre las baldas que las coronan.

En el siglo XIX, el Conde Rumsford diseñó una chimenea más segura mejorando las salidas de humo. Su adaptación logró que estos elementos se incorporaran a las paredes de las casas, en lugar de estar unidas exteriormente.

Para todos los gustos

Hoy en día contamos con una gran variedad de tipologías de chimenea. Las hay de leña, de gas, de bioetanol, de pellets y también eléctricas y decorativas. La ventaja principal de las chimeneas de leña es que utilizan un material ecológico y más barato que otros combustibles. A diferencia de estas, las de gas no generan residuos, por lo que son más limpias. Las chimeneas eléctricas son muy parecidas a estufas en su manera de funcionar. A menudo cuentan con un frontal que simula la leña encendida, con falsas llamas producidas por luces que parpadean.

Para calentar espacios reducidos se emplean las chimeneas de bioetanol, un combustible ecológico que suele utilizarse en pequeñas chimeneas decorativas. Cada vez cuentan con más adeptos las chimeneas de pellet, un material reciclado de alta eficiencia energética, muy limpio y bastante económico para el rendimiento que ofrece.

Sea del tipo que sea, si estás pensando en adquirir una casa con chimenea, en The Singular Space disponemos de una gran variedad de opciones. Como la de este histórico molino completamente rehabilitado. Se encuentra en la provincia de Segovia y cuenta con dos estupendas chimeneas, una en uno de los salones y la otra en la zona de comedor-cocina.