Rehabilitaciones extraordinarias
Convertir una iglesia de un pueblecito vasco en una vivienda moderna con todas las comodidades o un antiguo molino en una preciosa propiedad para residir o pasar periodos vacacionales. Son solo algunos ejemplos de rehabilitaciones que han dado lugar a sorprendentes residencias o entornos para trabajar. Las posibilidades de renovar un espacio con ayuda de un buen arquitecto o diseñador son infinitas. Y en algunos casos, espectaculares ejemplos de creatividad y diseño.
No importa que nos enfrentemos a un edificio histórico o de interés cultural o a cualquier otro concebido en su momento para un fin que hoy ya no tiene sentido. Es posible hacer un hotel de un palacete o castillo, reconvertir un viejo pajar en un coqueto espacio o adecuar un lugar con un pasado de uso industrial para vivir o trabajar.
Sea cual fuere el origen de la propiedad, el secreto para lograr un buen resultado es sin duda conseguir armonía entre pasado y presente. Y tener muy en cuenta tres conceptos: recuperar, reinventar y renovar. Lo más probable es que el edificio tenga elementos de la construcción original que se puedan mantener, como arcos, bóvedas, muros y ventanales, y otros que habrá que derribar o modificar para darles un nuevo uso. En cualquier caso, lo más recomendable es mantener el estilo y la historia del lugar, pero siempre con un toque de modernidad.
Una segunda oportunidad
Se trata de dar una nueva vida a construcciones antiguas o en desuso. El resultado puede llegar a ser espectacular, especialmente si nos encontramos ante edificios grandiosos. Lo vemos en esta gran masía del siglo XVIII ubicada en la Alta Garrotxa (Girona)
Construida a partir de una torre de defensa del año 1.234 y que aún se conserva, el conjunto consta de 6 edificaciones, totalmente independientes y todas ellas con amplias habitaciones, un extenso jardín y varios espacios comunes, entre los que destacan las piscinas, el porche y dos carpas. Un gran ejemplo de cómo combinar lo antiguo y lo moderno con mucho estilo y buen gusto.
Este pazo del siglo XVI situado en Lalín (Pontevedra) mantiene sus estructuras originales. Las vigas de toda la casa, así como los suelos, son los originales de castaño, con techos también de madera en varias de las estancias, muros de piedra y sillería de granito en puertas y ventanas. Se conservan también elementos estructurales e históricos como las columnas de piedra en el patín, en la fachada oeste un balcón con el antiguo escudo de armas en piedra y un dintel con cruceiro en el portón principal de la finca.
Otra impresionante muestra de rehabilitación es la de este histórico molino de la provincia de Segovia. En su renovación se ha prestado especial atención a la conservación de materiales tradicionales y de un extenso conjunto de características de la época, a la vez que se han incorporado instalaciones y servicios modernos, tanto en el interior como en el exterior.
Pero si hay un ejemplo de rehabilitación espectacular es el de esta iglesia del siglo XVI. Situada en Vizcaya, ha sido reconvertida en una vivienda moderna que combina a la perfección la estética antigua y la contemporánea. Después de tres años de ambiciosa reconstrucción, esta iglesia rehabilitada ha aparecido en numerosas revistas de arquitectura, como Dwell, que la nombró una de las diez mejores propiedades restauradas del mundo en 2019, y en varias publicaciones internacionales, como Financial Times.